domingo, 21 de septiembre de 2014

Día 53 - De la crónica diaria


Me afanaron el celular.
Yo siempre lo dejo acá, al lado del plato cada vez que salimos a comer afuera.
¡Ojo! Lo tapo con la servilleta para que los negros que piden no me lo choreen.
Pasó que me trajeron un asado que a mi gusto estaba crudo, y en la discusión me puse nervioso y terminé pagando y me fui a la mierda. Cuando llegué a la plaza, me di cuenta que no tenía el celular encima y me volví al comedor del club,
Obviamente ya habían ordenado la mesa y seguro que el mozo, caliente por haberle hecho saber lo que pensaba del asado, me afanó el celular.
Esos negros hijos de puta no se les escapa nada.
Y ahora que le pregunto se hace el boludo y me toma los datos para hacermelo llegar por si aparece.
Le di cualquier dato. Estos negros de mierda son capaces de seguirte y sacarte lo poco que te queda.
Me fui a la mierda y lo difamé por todo el barrio al hijo de puta.
No le va a salir tan barato haberme afanado mi Nokia 1112.
Lo voy a seguir TODOS los días.
Le voy a hacer la vida imposible.