martes, 20 de enero de 2015

Día 9 - Casualidad

¿Te diste cuenta que sos una casualidad?
A ver, vos no planeaste estar en este momento leer esto, se sucedieron muchas cosas, la mayor parte de ellas en forma casual y terminaste acá, frente a este texto sin otra cosa mejor para hacer. De la misma manera yo estoy escribiendo esto para que vos y sólo vos leas. 
Si llegaste a este punto, quere decir que todavía te quedan ganas de llegar al final de la oración.
Bien, seguimos un ratito más y te dejo libre para hacer lo que quieras.
Para bien o mal, vos y yo fuimos el espermatozoide más rápido y dejamos mas o menos 25 millones de hermanos por el camino, que NUNCA van a ver el mundo. Ya eso es superior a sacarse la lotería...¿Me vas a negar que no tenés suerte? 
Sigamos..si podés leer esto, con lentes o sin ellos, tambien es una casualidad. Imaginate por un momento que fueras miope, te privarías de un montón de cosas importantes, otro montón de cosas placenteras y cosas pasajeras como este texto.
Ya que estás ahi, y como llegaste hasta acá tambien tenés suerte de leer esta maraña de palitos y redondelitos que son las letras y sobre todo entender y razonar algo de esto, que repito, por simple que sea lleva sus procesos neuronales.
Veo que tampoco sufriste ningun accidente que te impida mover el mouse o el teclado y que por esas cosas de la vida tenés una computadora o un celular o una tablet ahi adelante para vos, sea permanente o prestada.
Caramba, veo que seguís leyendo.
Además te interesa un poco este texto, aunque sea para ver como termina...
¿Viste? Ahí hay otra casualidad, los intereses.
Si no te hubiera interesado esto hubieras seguido de largo navegando por la red o haciendo otra cosa en la vida real.
Si seguiste hasta acá, esto que te escribo, entonces es para vos.
Desconfiá de los que escriben.
Por lo general sólo te hacen perder el tiempo.
Como a veces nos toma un trabajito hacer algo más o menos legible, pedimos a cambio tiempo, atención y concentración.
Algunos piden dinero incluso, pero esos ya están más metidos en el mercadeo.
Así que si terminaste de leer esto, tené cuidado.
No siempre lo que leés te abre la mente.
la mayor parte de las veces te vas a dar cuenta que podrías haber llevado una vida perfectamente normal sin estas líneas.
La mayor parte de los textos despiertan un interés efímero y luego empiezan a amontonarse en grandes bibliotecas que nos recuerdan el tiempo que perdimos leyendo estupideces.
Mirá sino tu biblioteca querido lector y decime a ciencia cierta, ¿cuantas veces leíste el mejor libro que tenés?
¡Déjate de joder!
Apagá la computadora y andá a vivir la vida.
Abrazá a un ser querido o hablá con el primero que se cruce en la calle.
Seguro que va a ser de mejor provecho que seguir acá...
Vamos.
Yo ya dejo de escribir en un par de minutos y apago todo.
Para cuando leas esto yo ya me habré marchado por ahí.
o tal vez no y sigo acá escribiendo algo un poco más llevadero.
Si entrás de nuevo al blog lo vas a averiguar.
Suerte.