miércoles, 14 de octubre de 2015

Fenómenos de nuestro siglo.

Por los años 80, el matrimonio Souza del sur de Brasil eran docentes universitarios. Marga Ameneiros de Souza era una reconocida bioquímica casada con Ismar De Souza Carvalho, un arqueólogo al que le atribuyen un sinnúmero de descubrimientos de fósiles. Una característica que encontró en dichos fósiles, fue que el número de extremidades siempre era impar, lo que le dejaba una fuerte sensación que se encontraba frente a un hallazgo único. Con los siguientes estudios, descubrió un alto índice de radiaciones desconocidas y la datación radiocarbónica le indicaba una fecha incierta en la edad de los fósiles. Muchos indicios le señalaban la posibilidad de animales comunes afectados de radiación, que nada tenían que ver con fósiles pero que el estado de conservación y la contaminación nuclear confundieron al científico descalificándolo en la comunidad.
Gravemente enfermo se retiró a su hogar con su mujer a pasar los días entre investigaciones anónimas.
Su mujer se encontraba con dificultades para quedar embarazada, los resultados de los análisis nunca fueron favorables y el matrimonio se encontraba cuesta abajo. Ya con un pasar más modesto y sin las presiones mediáticas, Marga se sometió a una serie de inyecciones experimentales diseñadas por Ismar para un proyecto rural que nunca se concretó.
Al final de la primavera del año 97, Marga quedó por fin embarazada y la alegría retornó al hogar Souza. Unos meses después Nace María Regina Souza, en la intimidad del hogar Souza.
Consternados, los padres deciden no dar cuenta del nacimiento a nadie y se mudan en secreto a las afueras de Porto Alegre en un viñedo de la familia Nunca más se supo de la familia hasta que en el año 2010, unos chicos que se perdieron en el monte, dieron con el viñedo de los Souza. Ahí vieron algo que les cambiaría la vida por completo. En los jardines había una hermosa muchacha deambulando entre los arbustos con una extraña particularidad: tenía cuatro piernas perfectas.
Los niños fueron encerrados bajo un tratamiento dado el estado de shock en el que se encontraban, sin embargo despertaron la curiosidad de uno de los psiquiatras al encontrar perfecta sincronía en los relatos. Con lo datos recolectados, retomó el camino de los niños y llegó a duras penas a un viñedo abandonado. No había nada ni nadie habitando el lugar. Se aventuró a entrar por la fuerza a la casa y grande fue la sorpresa cuando encontró indicios de la veracidad del relato de los muchachos. Todos los calzados femeninos, se encontraban en grupos de a cuatro, en dos pares. Creyó que era una coincidencia, pero entre las cenizas de la chimenea, algo lo perturbó. Restos de una serie de fotos domésticas, revelaban la presencia de una muchacha con cuatro piernas. era dificil adivinarlo dado el deterioro de la foto.
Dedicó su tiempo a encontrar a la familia y dio con ellos al final del 2011 en una finca de Bahia. Por fin la verdad salió a la luz y las autoridades rescataron a la joven de su cautiverio. Se encontraba perfectamente bien e instruida. La única declaración que hizo a los médicos fue "Lo unico que quiero, es tener un novio"