Masa
crítica
Personajes
Abogada:
Aproximadamente veinticinco años, proviene de una familia de
abogados y quiere hacer su propio camino, no quiere integrar el
buffet familiar. Hasta ahora sólo trató divorcios y juicios
laborales. Viste sobria y parece siempre tener todo bajo control.
El viajero: Edad
aproximada cuarenta años, vestido neutral, no sugiere ninguna época,
no se identifica con ninguna labor o profesión. En apariencia tiene
una hija que se llama Valeria que supone catorce o dieciséis años,
que tiene una rara variedad de leucemia, sólo curable mediante una
costosa operación.
Ámbito
Sala amplia sin
ventanas y con una sola puerta de acceso. Paredes gastadas y
manchadas de humedad. Una sola luz cenital cuelga sobre el escritorio
y una silla de cada lado a modo de sala de interrogaciones.
La obra
A oscuras se escucha el
tango “Nada” por Julio Sosa.
Se ilumina la silla y
se encuentra al viajero visiblemente golpeado y sangrando. Respira
con dificultad, apenas se mueve. Tiene los ojos vendados y se
encuentra con las manos esposadas en la espalda.
Entra la abogada,
correctamente vestida llevando una carpeta en la mano. Se sorprende
del estado en que se encuentra el detenido y detiene su caminar.
Cierra la puerta por la que entró y se acerca con cautela. Le pasa
la mano por delante de la cara un par de veces para comprobar que el
detenido no ve nada. Le va a sacar la venda y cuando toca la cara del
viajero este último se sobresalta y asusta a la abogada que se queda
con la venda en la mano. La suelta inmediatamente y se quedan
mirando, los dos asustados.
Viajero:- ¿Quién es
usted? ¿Qué quiere? Déjeme salir por favor, desáteme, esto es un
error.
Abogada: -(retrocede
hacia la puerta intentando recomponerse) Bueno, cálmese, yo soy...
Viajero:- (cortándola
rápido viendo que no hay nadie le ruega) Por favor, desáteme, lo
que están haciendo conmigo es muy grave, es una terrible
equivocación, pueden cambiar el curso de muchas cosas si me retienen
mucho más tiempo acá sentado. Hay mucho por hacer todavía
Abogada: -Es que yo...
Viajero: -¡Por favor!
¡Déjese de hablar y suélteme! ¡En cualquier momento vuelven las
bestias y empiezan de nuevo y no creo que salga vivo esta vez! Usted
parece razonable... ¡LA PUTA QUE LAS PARIÓ! ¡MUEVASE MIERDA! ¿QUE
CARAJOS ESPERA?
Abogada:
-(recomponiéndose y tratando de hacerle saber quién tiene el
control) A ver, a ver si nos entendemos. Veamos la situación. Según
los agentes, se le encontró solo y vagando por la calle con una
valija llena de dólares de dudosa procedencia. Al momento de
detenerlo, no posee documentación alguna que acredite identidad y de
acuerdo a nuestros registros, no tiene antecedentes policiales ni
nadie que lo reconozca. Para nosotros es un anónimo, un
indocumentado, un nadie. Pero por otro lado, nos llena de intriga
este insólito cargamento de dinero que estamos intentando rastrear.
Tarde o temprano algún cabo suelto va a revelarse y su actitud no le
va a servir de nada. ¿Por qué no colabora con nosotros? Veo que los
muchachos no lo trataron muy amablemente. Todo, absolutamente todo
tiene una razón, hasta su silencio. Pero también quiero que sepa
que los cuerpos a la larga se quiebran y lo oculto termina por salir
a la luz. Estoy aquí sólo para ayudarlo, pero necesito que confíe
en mí.
Viajero: - ¿Confiar?
¿Usted me miró de cerca? ¿Le parece que puedo confiar en usted y
su gente?
Abogada: -Entiendo que
esté molesto...
Viajero: - ¿Molesto?
¡Estoy golpeado!
Abogada: -Está bien,
entiendo su posición...
Viajero: -Por favor, le
pido por favor, Libérenme, hago un llamado por teléfono y después
les digo todo lo que quieran saber.
Abogada: -Pero eso que
usted pide es imposible.
Viajero: -Tengo derecho
a una llamada, usted lo sabe bien abogada.
Abogada: -En
circunstancias normales sí, pero es mucho el dinero que usted traía
consigo, y al no tener una acreditación de identidad hasta los
organismos internacionales están preocupados.
Viajero: -Abogada, no
me tome por estúpido. Mire la pocilga donde me tienen encerrado y
explíqueme como un organismo internacional puede estar preocupado...
Abogada: -Esto es más
serio de lo que parece, aunque usted lo dude, y le aseguro que se
puede poner peor. Le pido por favor que colabore. Vamos a empezar por
el principio, ¿Cómo se llama usted?
Viajero: - Mi nombre no
le va a decir nada, para ustedes no existo al menos como persona, y
mientras más me retenga, peor va a ser para todos.
Abogada: -No está
colaborando, y no puedo seguir hablando si no tengo como nombrarlo,
es lo básico, es lo primero que recibimos aun antes de nacer, es....
Viajero: -Pedro.
Abogada: -¿Cómo?
Viajero: -Pedro, dígame
Pedro si tanto le incomoda hablar con un nadie.
Abogada: -(buscando
algo para anotar) ¿Pedro qué?
Viajero: -Pedro, nada
más.
Abogada: (sacándose
los lentes)- Como quiera ¿Pedro? ¿A que se dedica?
Viajero: -¿Que espera
que le diga? ¿Que trafico drogas? ¿Que vendo órganos? Que más
da...si le digo que soy un accidente del destino y que voy y vengo
por el tiempo como le dije a los agentes ¿también me va a pegar y
amenazar?
Abogada: - (intentando
no sumarse al discurso del viajero) Yo no espero nada, sólo cálmese
y hablemos. Déjeme ayudarlo.
Viajero: - Si de verdad
quiere ayudarme, suélteme, puedo hacer mucho por usted, más de lo
que cree. Sólo tiene que confiar.
Abogada: - Usted sabe
donde estamos ¿no? ¿Sabe que lo que me está pidiendo es una
locura? Vamos a pensar un poco y a razonar.
Viajero: - ¡Razonar!
¡Le parece razonable detener a una persona libre y pegarle sólo
porque llevo un bolso con dinero! Dígame ¿dónde está el delito?
¿Qué hice de malo? ¡Usted es abogada! ¿Por qué no hace su
trabajo y me defiende?
Abogada: - (gritando)
¡Porque usted no me deja hacer mi trabajo! ¡No me ayuda! ¡No me da
un dato coherente! ¡No me dice ni siquiera su nombre real! ¡Y
encima pretende que me trague la historia del viaje en el tiempo para
juntar dinero para su hija!
Viajero: -Nunca le dije
nada de mi hija... ¿cómo supo?
Abogada: -....
Viajero: - (gritando)
¿¿Cómo carajos supo lo de mi hija??
Abogada: -(revolviendo
la carpeta buscando) Acá en el expediente debe estar, en algún lado
lo leí, algún agente lo debe haber mencionado...
Viajero: -(cambiando,
reflexivo) Entonces, finalmente me soltaron, o me escapé...
Abogada: - ¡¡Acá
está!! Lo declaró y lo anotaron. Acá dice clarito, “Se le
encuentra en posesión de un bolso cuyo contenido es una suma
considerable de dólares superior a los cuatrocientos mil dólares en
efectivo, que según declara el acusado son para la operación de
leucemia de su hija menor”
Viajero: - (casi
llorando) ¡Hijos de puta! ¡Nunca declaré eso! ¿Cómo lo saben?
¿¿Por favor dígame qué sabe y prometo decirle todo??
Abogada:- ¡Cálmese
por favor! ¿No se da cuenta que esta actitud suya nos deja siempre
en el mismo lugar? Si consta en el expediente, significa que usted
declaró estas palabras, no las inventó el agente que conversó con
usted.
Viajero: - Por favor,
déjeme llamar por teléfono. Es sólo una llamada y luego soy todo
suyo.
Abogada: - Imposible,
ya se lo dije.
Viajero: -¡Entonces
llame usted! Le doy un número y llama usted. ¡Por favor!
Abogada: -Me está
poniendo en un compromiso, no me puede pedir eso.
Viajero: -Tiene Razón.
(Resignado) Olvídelo.
Pausa incómoda.
Abogada: - Voy a
concederle sólo eso. Marco el teléfono que usted me dicta, y me
dice que espera que escuche del otro lado. ¿Si?
Viajero: - Marque este
numero por favor 01143357656 y luego sólo pregunte si Valeria está
bien.
No lo anote en ningún
lado... ¡memorícelo por favor!
Abogada: -¿Quién es
Valeria? ¿Por qué tengo que preguntar si está bien? ¿Qué le pasa
a Valeria?
Viajero: - Valeria es
mi hija, sólo quiero saber si está bien nomás. Sólo eso. ¿Puede
ser? ¿Memorizó el número?
Abogada; - Está bien,
pero si aparece alguien yo corto y no hago nada más por usted. ¿Si?
Viajero: -Está bien.
(Abatido) de acuerdo.
Abogada: -Repítame el
número.
Viajero: - 01143357656
Abogada: - (tratando de
memorizar repite en voz baja el numero varias veces. Le pregunta con
un gesto de la cara al viajero quien asiente o niega según ella le
va diciendo el número) Listo. Ya lo tengo. Pregunto por Valeria,
escucho la respuesta y corto, nada más ¿eh?
Viajero: -Está bien,
pregunte si ella está bien, después haga lo que quiera.
Abogada: -(saca un
celular) Cero, once...
Viajero: -No, no llame
desde un celular. Llame desde un fijo. ¡Sino queda registrado!
Abogada: -Que más da.
Ya lo tengo marcado, memorizado, puedo hacer lo que quiera.
Viajero: - …
Abogada: - ¿De quien
es este número? Se da cuenta que puedo rastrear fácilmente la
dirección y a nombre de quién está la línea...eso me llevaría a
saber más de usted en sólo minutos... (Se para enérgica y se
dispone a salir. Cuando llega a la puerta se detiene y mira al
viajero) ¿Éste número no existe verdad?
Viajero: - (se ríe)
Abogada: - ¿Usted es
idiota? ¿Qué pretende con esta estupidez? ¿Eh?
Viajero: - (se ríe más
fuerte aún)
Abogada: - (Deja el
celular y comienza a apretar el cuello del viajero que no para de
reírse) ¡Deje de tomarnos el pelo y hable! ¿De donde sacó tanto
dinero? (a los gritos) ¿Por qué no colabora, por qué no nos cuenta
que pasa, quien es y que carajos quiere?
Viajero: - (Ríe con
mucha fuerza y dificultad, le resulta difícil seguir respirando y
empieza a convulsionar)
Abogada: -(se da cuenta
que se excedió y lo suelta violentamente tropezando con el
escritorio. Retrocediendo cae al piso mientras el viajero convulsiona
violentamente) ¿Que le pasa? ¿¿¿Que le pasa??? (Hacia afuera)
¡¡¡Guardias!!! (Se acerca y como puede le suelta las esposas de
las manos. Confundida lo mira y al no saber que hacer mira hacia la
puerta. Cuando está a punto de gritar de nuevo el viajero le toca el
hombro. La abogada se sobresalta y al retroceder cae y se queda
mirándolo)
Viajero: - (con mucha
dificultad, casi susurrando la llama) Venga...venga por favor que no
me queda mucho tiempo.
Abogada: -(dudando que
sea otra estrategia del viajero no se acerca. Mira hacia afuera
nuevamente y notando que la dificultad para respirar se agrava decide
acercarse cauta)
Viajero:
-Veeeenga...Por favor...es importante.
Abogada: -(torpemente
se acerca y a distancia prudente se resguarda alerta) Dígame, Pedro,
¿qué le pasa?
Viajero: - Mi nombre
real es Pedro, de verdad (tose ruidosamente) Escuche atentamente lo
que le voy a decir.
Abogada: -(acercándose
cautelosa le presta atención) Dígame, por favor. Siga hablando lo
escucho.
Viajero: - Es
importante que el dinero le llegue a mi hija...
Abogada: -Pero ya le
dije...
Viajero: -(cortándola)
Escuche bien, ya sé que no puede hacer nada, esta bien. Me ganó, le
voy a contar todo, no puede haber otra forma. (Con dificultad) Mi
nombre es Pedro, y mi hija es Valeria. Ella sufre un raro caso de
leucemia, y la única forma de curarla es haciendo una operación
difícil y cara. El dinero que junté es para eso...
Abogada: -Pero...
Viajero: - Esta es la
parte increíble de la historia, yo descubrí una grieta en el
tiempo, y puedo viajar cuantas veces me permita el cuerpo, siempre y
cuando no altere nada, no debería haber grandes cambios, (tose
fuerte) Descubrí que haciendo algunas maniobras pude multiplicar mis
ahorros hasta conseguir la cantidad necesaria sin tener que robarle a
nadie, especulación, compra de dólares,de todo…lo que pude juntar
que es lo que hay en el bolso.
Abogada: -Pero es una
locura, eso es imposible, usted delira.
Viajero: -(agarrando
fuertemente a la abogada del brazo) No sea imbécil, ya pasé por
esto muchas veces. Llame al número que le di y pregunte por Valeria,
ella sabe todo esto. Para ella es un cuento pero no puede ser más
cierto...Llame por favor, dígale que estoy acá, ahora...¡¡Llame!!
Abogada: - ¡Voy a
llamar a los guardias! ¡Esto se salió de mi control!
Viajero: - ¡Llama a
los guardias y nunca se va a perdonar que Valeria se muera igual que
su hija!
Abogada: - (congelada
en una pieza.) ¿qué dijo?
Viajero: - (la mira
fijamente sin decir nada)
Abogada: -
(reaccionando violenta) ¿Como supo de mi hija? ¡Dígame, como sabe!
Viajero: - ¡Suelteme
por favor! ¡No hay mucho tiempo!
Abogada:- ¡Ah, ya sé!
Improvisó, eso...Tiró un dato al azar y yo caí como una imbécil.
Quiso arrastrarme a su juego, pero se equivocó conmigo.
Viajero: - (trata de
levantarse pero resbala y se cae atado a la silla) (la abogada
retrocede hacia la puerta y empieza a gritar) ¡Basta! No estoy
inventando nada. ¿Cómo quiere que adivine que su hija de tres años
murió de leucemia? ¿Cómo quiere que adivine que su familia la odia
por no formar parte del prestigioso buffet “Lima y asociados”?
¿Cómo hago para convencerla que no estoy mintiendo?
Abogada: -(algo se le
rompe adentro y se sienta en el piso) (casi inaudible) ¡es
imposible! ¡ud no puede saber eso! ¡Ud no puede! ¿cómo puede ser?
Viajero:- Por
favor...no se engañe más. Sueltemé pero ahora...Ud sabe que no
pude haber inventado todo esto.
Abogada:- Ud, no
inventó nada... ¡ud no inventó nada! Simplemente escuchó a los
guardias, o leyó mi legajo, o alguno de sus cómplices le pasó
datos. (se levanta del suelo con dificultad) Ud ató cabos y ahora
juega conmigo. (el rostro se le desencaja) ¿Qué quiere usted de mí?
¡Dígame qué quiere usted de mí!
Viajero:- (desde el
suelo levantando la cabeza) Quiero que llame a mi hija Valeria, que
pregunte si está bien y nada más...
Abogada: - (lo agarra
del cuello y le grita) ¿Quien se piensa que soy? ¿Quien cree que es
usted? No le voy a permitir nunca más que mencione a mi hija
entendió. Juegue con lo que quiera pero meterse con mi familia fue
demasiado lejos. ¡Fue muy lejos esta vez!
Viajero:- (tratando de
explicar casi ahogándose) Yo soy...yo soy....(tose estruendosamente)
Abogada:- (Tomando
fuertemente del cuello al viajero) ¿Quien es usted? ¿QUE QUIERE DE
Mí?
Viajero:- (convulsiona
y finalmente se desvanece en manos de la abogada quien lo suelta
brusca y cae sentada
La abogada creyéndolo
muerto y casi a punto de gritar mira alrededor desencajada. Todo lo
que pasó le resulta increíble, la historia de Pedro, su
desvanecimiento, su hija si es que existe...Toma el celular y ve
registrado el número que le dictó Pedro. Confundida lo marca. Suena
un largo rato. Respira agitada. Cuando está por cortar la atienden.
Abogada: -(al borde del
grito)Si hola. ¿Hablo con la casa de Valeria? Soy la abogada de su
papá, Pedro. ¿Valeria? Ahh hola....si tu papá está acá....no, no
puede hablarte ahora, está...ocupado. Decime lo que quieras decirle
que yo se lo digo...no puedo pasarte con él, de verdad, recién
salió...(se quiebra y empieza a llorar) Si...yo le digo que lo
querés mucho y que vaya lo más rápido que pueda....Valeria
...Pedro me preguntó como estás...ahh, bueno...Si algo me
contó...si, yo le digo... (poniéndose aun peor) ...Si no te
preocupes, yo le digo que vaya cuando pueda...ahhh Valeria, una cosa
más, me dijo que te diga que él está acá (con un nudo en la
garganta) en la policía...no no hizo nada malo, le estábamos
preguntando cosas y se sintió un poco mal...¿la dirección de
acá?....sí, anota, Alem 1465. ..¿Anotaste?...yo le digo... (Se
corta la comunicación)
El viajero convulsiona
violentamente y la abogada se sobresalta. Lo siente respirar fuerte y
con dificultad y sale gritando por los guardias.
Apagón.
Vuelve la luz y la
abogada está sola en la escena.
Mira el lugar y no
entiende bien lo que pasó.
Desde afuera, se
escucha un fuerte portazo y corridas, se abren y se cierran puertas
rápidamente. Murmullo in crescendo hasta hacerse insoportable. La
abogada se acerca a la puerta y grita.
Abogada: -¡Qué pasó!
¿Por qué tanto ruido?
En off un agente:
-Desapareció el hijo de puta... ¡Desapareció! ¡Lo dejamos sólo
en la enfermería y desapareció! ¡Y el dinero también!
Abogada: -(mira su
celular, desesperada llama al último número marcado y suena varias
veces.)
(Audio en Off de
celular): - El número marcado no corresponde a un abonado en
servicio, por favor...
La abogada corta y tira
el teléfono al piso destrozándolo.
Apagón.
Fin.