jueves, 25 de septiembre de 2014

Día 50 - Cuatro vecinos, cuatro karmas.


Vecino Norte:
Constructor por naturaleza. Comienza la tarea a las 7 religiosamente golpeando o cortando alguna cosa con la amoladora. Nunca se sabe que turno tiene porque SIEMPRE está trabajando en algo ruidoso. Nunca se sabe a ciencia cierta que está arreglando o que está rompiendo. Los sonidos se combinan en forma armoniosa. Lunes, miércoles y sábado: metál contra metal. Martes y domingo: maderas aserradas. Jueves es una mezcla de trabajo carcelario y demolición con explosivos secuenciales.

Vecino Sur:
Eternamente separado. Trae cada estación una ninfa nueva que grita como un ñu pariendo cada vez que cogen. Las de primavera y verano son insoportables. No se puede regar tranquilo ni estar en la pelopincho sin oír el nombre de Dios por sobre todas las cosas. Reparte su faena en tres turnos: 19:00, 21:30 y 1:00 de la madrugada. Los gritos no menguan con el correr de la noche.

Vecino Oeste.

Afecto al Karaoke. Comenzó el infierno cuando en un cumpleaños se le ocurrió armar una fiesta karaoke. El calendario era previsible, se reducía al cumpleaños de él, al de ella, a la despedida de año y al aniversario de casados. La secuencia se vio alterada cuando se separó el mejor amigo de él y le hicieron la despedida de casado, cuando Argentina le ganó a Suiza el último mundial, cuando asumió Bergoglio, cuando se jubiló el barrendero del barrio, etc. Cantan como desaforados, todos juntos, mal, siempre lo mismo, cada vez peor, cada vez más tarde y más borrachos...una belleza.

Vecino Este.

Deportistas compulsivos. Ambos profesores de gimnasia. Hablan siempre, siempre, siempre a los gritos. A las hijas les gritan “¡¡¡REINAAAAAAA!!!!” y la frase sigue de acuerdo al ánimo de los padres. Les enseñan deportes, actividades, las tablas, historia antigua a los gritos. Eternamente disfónicos todas las tardes gritan. Todos gritan en la casa, en el patio más precisamente. Todos los días de 13:00 a 19:00.

Nota del Blogger: NUNCA coinciden las vacaciones entre sí, NUNCA coinciden las fiestas entre sí, SIEMPRE consiguen irritarme.

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