La declaración
de Ana fue la siguiente:
“Señor
oficial. Los hechos fueron los siguientes. Estàbamos cenando con mis
compañeras de trabajo celebrando el dìa del maestro, en un bar de
la zona sur, cuando una mujer, muy bien puesta y con cierta
agitaciòn, se acercò a nuestra mesa y nos dijo:- ¡Por favor!
¿Alguien me puede prestar el celular? Necesito ubicar a mi marido
para que me venga a buscar. Se me quedó el auto y a esta hora no
encuentro la grùa y pronto va a cerrar todo. Por si fuera poco se me
quedó el celular sin baterìa.
Me puse un
segundo en su lugar y le extendí mi teléfono. Me agradeció
infinitamente y se alejò unos 10 pasos hacia la esquina. La mirè y
ella hablaba gesticulando y vi que había dejado su celular en
nuestra mesa. Mis amigas seguían hablando de esto y aquello cuando
la mujer se acercò y me devolvió el celular. Me agradeció mil
veces y se fue a la esquina a ver si su marido venìa a buscarla. No
faltaba mucho para que terminemos la velada, asì que si seguía
esperando me iba a ofrecer a acercarla a algún lado si su marido
seguía demorando. La mujer volvió a la mesa y pidiéndome mil
disculpas me pidió nuevamente el celular, argumentò que no estaba
segura de haberle dicho correctamente la dirección ya que la zona
donde nos encontrábamos era plenamente desconocida para ella. Se lo
volvì a ofrecer y adelante mìo marcò un número. Cuando la
atendieron se alejò excusándose con la mano. Nuevamente se alejò y
hablò esta vez màs acaloradamente que la anterior. Se la notaba
bastante molesta por el tono imperativo de sus frases y lo duro de
sus facciones mientras agitaba la mano libre. Cortò y se recompuso.
Se acercò y buscò en su cartera un par de billetes de cien. Me los
ofreció junto con el celular. La mirè extrañada pero sabiendo de
que se trataba. Es por el abuso, acéptelos.Por favor, me
dijo. Obviamente no se los aceptè a pesar de su insistencia. Nos
trenzamos en una suerte de amable tire y afloje hasta que llegó su
marido y le tocò bocina. Optò por llevarse los billetes con la
promesa de tomarnos una cerveza un dìa de estos por la molestia y me
dio una tarjeta. Supe que era contadora, tenía ese aspecto y justo
vi que se olvidaba el celular descargado en la mesa. Lo juntè y la
llamè a los gritos por el nombre que figuraba en la tarjeta. No me
hizo caso hasta que una chica que pasaba a su lado me mirò, puesto
que estaba a los gritos mal, y le hice señas que la llamara. Cuando
me mirò le mostrè el celular y se acercò a buscarlo. Pidio
disculpas una vez màs y agradeciendo otras tres veces. Se fue hacia
el auto y sin mirar se subió para luego desaparecer.”
Fue asì oficial,
y es entonces que a las dos horas uds me llaman para decirme que
desde èste celular hicieron dos llamados extorsivos a una familia de
la zona. Fui vìctima de un engaño, lo juro. Tengo mis amigas de
testigo y al personal del bar. Por eso cuando uds me llaman y me lo
comunican no dudo en venir a aclarar la situación. Si todavía estoy
en shock. Por hacer una buena acción terminè embarrada en esto que
es nuevo para mì. Por eso es que la contadora no respondió a mi
llamado cuando la nombrè, y es probable que la tarjeta sea falsa
también.
Los oficiales,
viendo que Ana fue vìctima de un engaño, cerraron el caso
preguntándole detalles de la ropa , el aspecto de la timadora y
algún dato del auto que la pasò a buscar. Le agradecieron su
cooperación y le pidieron disculpas por las molestias y
aconsejándole que piense dos veces antes de hacer un favor, hay
muchos sinvergüenzas sueltos. Firmò unas planillas y salió de la
comisarìa. Su marido la esperaba en el auto. Se subió y empezaron a
andar.
-¿Se creyeron
todo? ¡Sos increíble Alicia! No te puedo creer la capacidad de
convencer que tenès. Un dìa de estos van a aprender estos trucos y
no la vamos a pasar nada bien, creo que estamos muy al filo. Lo único
que te pido es que no te hagas llamar màs Ana, buscà alguno màs
diferente de Alicia ¿si?
Felicitaciones por sus escritos. Son entretenidos y simples. No hay oraciones tediosas e innecesarias, como en los míos.
ResponderEliminarmuchas gracias Montserrat....podés tutearme si querés...prometo visitar tu blog y comentar. Un abrazo y gracias por visitar.
Eliminarbueno, muchas gracias, voy a seguir leyéndote, abrazo
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