lunes, 17 de noviembre de 2014

Día 23 - El Cotolengo San Jorge

En el sur de la provincia de Santa Fe, por el año 1920, se inauguró el Cotolengo San Jorge. El proyecto nació de la mano de Jorge Salcedo, un prestigioso psicopedagogo que al final de su carrera profesional decidió dedicarle su tiempo a la tercera edad. A lo largo de sus estudios comprobó que manteniendo la mente en una sucesión de rutinas simples como el trabajo manual, mantenían a la cabeza lejos de brotes psicóticos o desvaríos. Pudo afirmar que éstas rutinas mantenían al ser humano ocupado libre de la responsabilidad de elegir y anulando su poder de reacción, pero como contraprestación, podía insertarse de forma productiva en la sociedad sintiéndose útil y activo. Con las necesidades básicas satisfechas, el peligro de la rebelión se vio aplacado en su totalidad. La tarea que realizaban en el cotolengo, era el armado de autitos de madera. Se ensamblaban las piezas y luego las pintaban a mano y ponían en una bolsita plástica.  Los paquetes salían semanalmente del cotolengo y a los días recibían materia prima para seguir con la faena. El Cotolengo funcionó con un éxito singular durante ocho décadas ininterrumpidas. Jorge Salcedo falleció viendo que su tarea estaba en buenas manos.
Un estudio posterior, reveló que el modelo implementado por Salcedo se repetía a lo largo de la provincia. En Theobald, funcionaba el hogar de Niños Galletti, que implementaba la modalidad de taller desarmando autitos en mal estado y rescatando o reacondicionando las pequeñas piezas de madera lijando y limpiando la materia prima que sería enviada a los talleres especializados que iban a construir juguetes para los chicos carenciados. Marco Galleti, desapareció sin dejar rastros casi cuando se conoció la muerte de Salcedo. Por otro lado, un economista radicado en Córdoba, hacia el año 1890,anunciaba un modelo de sometimiento del empleado reduciéndolo a poco menos que un esclavo, quien fue repudiado y expulsado de la provincia sin dejar pistas ni paradero. Cuentan también que los industriales más prestigiosos contactaron al economista cordobés y lo alentaron a implementar dicho modelo de trabajo. Por los años 80, era todo un éxito, se empleó en forma experimental en automotrices e industrias textiles con gran éxito. Nunca se pudo comprobar la existencia de Salcedo, ni de Galletti ni del economista cordobés.
Hasta hoy todo sigue igual que en aquellos días.
O peor.

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